El acto, encabezado por la embajadora del país centroamericano, Iris Acuña, se llevó a cabo en el busto erigido en honor a Darío, en la plaza que lleva su nombre a orillas del malecón de Santo Domingo.

Asimismo, dijo que el poeta nicaragüense dejó un legado de poesía, verdad y amor, el cual está reflejado en su prolífera obra.
En Nicaragua, en su aniversario, ‘cantamos vida y esperanza porque él vive en el corazón de quienes se deleitan en su obra’, manifestó.

Estuvieron presentes en el homenaje, funcionarios del gobierno dominicano, miembros del Cuerpo Diplomático, representantes de organizaciones políticas y sociales, y amigos de Nicaragua, entre otros.
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