La víspera Ned Price, portavoz de la diplomacia estadounidense, validó el calendario electoral impulsado por el jefe de Estado en aras de ‘continuar con la transferencia democrática del poder ejecutivo’, y sostuvo que el mandato presidencial culmina en 2022, declaraciones que fueron consideradas de injerencistas y de atentar contra la soberanía nacional.
La lucha del pueblo haitiano por su liberación no debe depender de la posición de ningún país extranjero, dijo el doctor y activista Dunois E. Cantave, quien agregó que actualmente los ciudadanos luchan por un Haití mejor y más justo.
Esta semana una docena de asociaciones de feministas y de derechos humanos criticaron a Naciones Unidas por su asistencia técnica y logística a los próximos sufragios previstos a realizarse en septiembre próximo.
Las organizaciones de la sociedad civil recordaron al organismo internacional que los miembros del Consejo Electoral no fueron nombrados de acuerdo con los principios constitucionales y no prestaron juramento ante el Tribunal de Casación, aseguraron.
También la Federación de Abogados, ante la ausencia de un comité constitucional, manifestó que el mandato del presidente Jovenel Moïse expira este 2021, pues el proceso electoral fue una continuación del iniciado en 2015.
Una postura similar adoptó la Iglesia Católica que instó al gobernante a respetar la Constitución y ceder el poder.
La oposición, por su parte, que prometió masivas protestas en la última semana aún debate sobre la comisión de transición que debe sustituir al presidente a partir de mañana.
Hasta el momento esta fuerza no se pronunció sobre la renovación del apoyo de Washington, ni la postura asumida por Naciones Unidas o la Organización de la Francofonía que recientemente insistieron en la necesidad de elecciones.
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