El proceso, habilitado para los 435 mil 963 electores de esa urbe, ocurre de manera paralela a las elecciones generales que se desarrollan en el país.
Los votantes cuencanos reciben, junto a las papeletas de los comicios generales, una cuarta boleta, en la cual deberán pronunciarse sobre la prohibición de explotación minera metálica a gran escala en cinco zonas de recarga hídrica en el cantón.
La consulta contiene cinco preguntas con texto similar, en las que solo cambia el nombre los ríos Tarqui, Yanuncay, Tomebamba, Machángara y Norcay, a las cuales solo deben responder Sí o No.
¿Está usted de acuerdo con la prohibición de la explotación minera metálica a gran escala en la zona de recarga hídrica del río Tarqui, según la delimitación técnica realizada por la Empresa Pública Municipal de Telecomunicaciones, Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Cuenca (Etapa EP)? indica la interrogante inicial.
El plebiscito fue impulsado por el Concejo Cantonal de Cuenca y aprobado por la Corte Constitucional, en septiembre del año pasado.
Previo a esta votación, la ciudad fue escenario de una campaña a favor de cada una de las opciones, en la que participaron ocho organizaciones, entre movimientos políticos, colegios profesionales, grupos sociales y microempresas, aprobadas por la Junta Electoral de Azuay con ese fin.
Tres de las agrupaciones promovieron el No y las cinco restantes impulsaron a los votantes a elegir el Sí, en defensa de los recursos hídricos.
La consulta contará con el acompañamiento de cinco observadores internacionales, acreditados como misión especial para la veeduría de ese proceso.
Cuenca, conocida además como la Atenas de Ecuador, tiene áreas de recarga hídrica en 95 mil hectáreas, de las 308 mil 600 del cantón, y en esas zonas nacen los ríos Tomebamba, Yanuncay, Machángara y Tarqui, que atraviesan la capital azuaya.
En esa urbe también se ubican dos de los cinco proyectos mineros considerados estratégicos por el Gobierno, Loma Larga y Río Blanco.
oda/scm