Desde hace varios días, los organizadores del evento y las autoridades sanitarias piden a las personas que se queden en sus casas para seguir el partido y eviten las reuniones, o congregarse en bares y otros espacios interiores reducidos.
La directora del Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, Rochelle Walensky, invitó a los estadounidenses a ver el Super Bowl de manera segura, bien sea por medio de reuniones virtuales, o quedándose en casa sólo con familiares cercanos.
Por su parte, el comisionado de la NFL, Roger Goodell, llamó a los fans a ver el juego en grupos muy reducidos dentro de sus casas.
‘Deben ser inteligentes. Deben reunirse en grupos pequeños’, dijo.
Si se celebran fiestas para el Super Bowl en espacios interiores, se creará el ambiente perfecto para acelerar nuevas cadenas de transmisión, porque muchas personas pueden estar infectadas sin darse cuenta o sin tener síntomas, alertó en el diario Washington Post el director de PolicyLab en el Hospital de Niños de Filadelfia, David Rubin.
Asimismo, advirtió de las variantes más contagiosas del SARS-CoV-2 que ya se encuentran dentro de Estados Unidos y podrían propagarse más rápidamente si aumentan las reuniones de numerosas personas.
Por su parte, el principal experto en enfermedades infecciosas de la nación norteña, Anthony Fauci, llamó a evitar fiestas con quienes no se ha tenido mucho contacto.
‘Simplemente no sabes si están infectados, así que por más difícil que sea, al menos esta vez, simplemente mantén la calma’, insistió.
Algunos pronósticos difundidos en medios locales señalan que uno de uno de cada cuatro estadounidenses planea acudir este domingo a una fiesta para ver el evento deportivo más importante del calendario anual del país.
De acuerdo con el Washington Post, podría producirse una ‘explosión de coronavirus’, similar a las ya registradas luego de fechas festivas como el Día de Acción de Gracias y la Navidad, en las cuales muchos viajan y se reúnen con familiares y amigos.
La 55 edición de la final del campeonato nacional de fútbol americano tendrá en esta ocasión una fiesta muy distinta a la de años anteriores, debido a la pandemia de Covid-19.
Como ya es usual en eventos deportivos de todo el mundo, no habrá multitudes en las gradas del Raymond James Stadium de Tampa, Florida, ni en sus alrededores para presenciar el juego entre Kansas City Chiefs y Tampa Bay Buccaneers.
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