El juicio oral, que se prolongará hasta mayo, vuelve a poner el foco en la figura del extesorero del PP Luis Bárcenas, quien prometió una confesión completa en la que implicaría al otrora presidente del Gobierno español Mariano Rajoy (2011-2018).
Precisamente, Rajoy, que en su condición de antiguo líder de los ‘populares’ siempre negó haber tenido conocimiento de los hechos, declarará como testigo en este proceso junto a José María Aznar, también exgobernante con esa organización.
En un escrito remitido la semana pasada a la Fiscalía Anticorrupción, Bárcenas, pagador del PP entre 1990 y 2009, manifiesta su voluntad de colaborar con la justicia, un giro de 180 grados respecto a su posición anterior.
Según sostiene ahora el extesorero, la agrupación conservadora mantuvo durante casi 20 años una contabilidad paralela o ‘caja B’, de la que se supuestamente se lucraron sus principales dirigentes, entre ellos Rajoy.
‘De todas estas actuaciones era perfecto conocedor don Mariano Rajoy, hasta el punto de que en 2009 tuvimos una reunión en su despacho en el que mostré los papeles de esta contabilidad B’, asegura en su misiva.
Bárcenas cumple ya 29 años de cárcel por la pieza central sobre la financiación ilegal del PP a cambio de contratos públicos, cuya sentencia propició una moción de censura que en junio de 2018 destronó del poder a Rajoy, reemplazado entonces por el socialista Pedro Sánchez.
La causa iniciada este lunes se centra en la llamada caja B del principal partido de la oposición, una contabilidad paralela que se nutría de donaciones en efectivo de empresas y que, al parecer, sirvió para pagar con dinero negro sobresueldos de dirigentes, entre ellos Rajoy, siempre según Bárcenas.
Con dinero de la caja B se pagó presuntamente en negro una reforma realizada a la sede del PP en Madrid, que costó casi 900 mil euros, de acuerdo con las cuentas que el extesorero documentó en los denominados papeles de Bárcenas, revelados en 2013.
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