En entrevista con Prensa Latina, el integrante del contingente médico cubano Henry Reeve, que labora en esta ciudad, aseguró que el trato personalizado y la interacción directa, en la cual el enfermo recibe la información necesaria sobre su estado de salud, es algo que las personas agradecen.
Con anterioridad yo estuve en México y allá la gente también manifestó su agradecimiento y preferencia por el personal de la isla, porque según ellos los tratábamos diferentes, comentó.
‘Nosotros le poníamos la mano en el hombro y la cabeza, destinábamos un tiempo para explicarle los por menores de la enfermedad y su evolución’, recordó el intensivista, quien forma parte de la brigada que trabaja en el capitalino hospital San Miguel Arcángel, ubicado en el populoso distrito de San Miguelito.
Al hablar sobre la labor que desarrolla en esta institución pública explicó que en la sala donde presta sus servicios ha atendido pacientes graves con ventilación invasiva a través de soportes, pues la unidad de cuidados intensivos está a su máxima capacidad.
Reconoció que Panamá aplica un protocolo bien instrumentado que establece las diferencias en la atención de los enfermos leves, moderados y graves, siendo estos dos últimos grupos los únicos que ingresan.
Resaltó la aceptación del personal de enfermería, doctores, responsables de la sala y autoridades del hospital, con los cuales tienen una buena relación de trabajo y cooperación mutua.
Sobre el impacto de las vacunas contra la Covid-19 aseveró que estas ayudarán a controlar los contagios, pero no resolverán el problema. Lo único que hasta ahora demostró un control sobre la enfermedad es la cuarentena y el resto de las regulaciones profilácticas adoptadas por las naciones, precisó.
‘Lo segundo es que las personas tengan una percepción real del riesgo y por tanto, apliquen las medidas de autocuidado e higiene necesarias’, acotó.
Bravo aseveró que en la medida que más personas se contagien, la respuesta inmune será mayor y solo así podrá desarrollarse una inmunidad de rebaño. Sin embargo, ‘este fenómeno no puede verse de forma lineal, pues significa que muchos padezcan de la enfermedad y otros mueran, debido al alto número de comorbilidades existentes’, expresó.
Por tanto, ‘sería muy irresponsable decirle a las personas salgan a las calles y no se protejan, porque la inmunidad de rebaño tampoco resolverá el problema. Este fenómeno es una consecuencia del desarrollo de esta enfermedad infecciosa, que en la medida que el contagio es mayor, el organismo crea más respuestas inmunes porque tiene memoria’, apuntó.
Comentó que en Panamá y México, donde prestó sus servicios el pasado año, tuvieron que improvisar salas, instalaciones y hospitales de campaña a causa de la saturación de los centros asistenciales por el alto número de casos e ingresos.
‘En ambos países la pandemia se comporta igual: gran cantidad de contagiados y personas que llegan demasiado tarde a los hospitales y salas de terapia intensiva, lo que genera una mayor mortalidad’, declaró Bravo, quien se graduó de medicina en 1991 y como intensivista en 2003.
Expresó que en el mes y medio de estancia en la nación istmeña ha observado que muchos pacientes acuden a las instalaciones de salud en una etapa muy avanzada de la enfermedad porque no cumplen bien las indicaciones de los médicos o se confían ante la ausencia de síntomas.
La Covid-19 tiene una cosa, que lo válido hoy puede no ser mañana o estar en entredicho, por ello lo más importante ahora es cuidarse y cumplir con las medidas de bioseguridad establecidas, pues solo así lograremos frenar el avance del virus, concluyó.
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