La pinacoteca computó un déficit superior a los 150 millones de dólares durante el confinamiento y la posterior limitación de aforo, lo que derivó en el inicio de negociaciones con salas de subastas para la venta de fondos pictóricos.
El impacto de la pandemia provocó el recorte salarial a los principales cargos al interior de la entidad y el despido de más de 80 trabajadores.
Asimismo, la caída brusca de los ingresos complejiza tanto la conservación de sus fondos como las obras de ampliación del buque insignia de la institución, el edificio de la Quinta Avenida, con una nueva ala que se adentra en Central Park.
En su 150 aniversario, la reconocida institución apuesta por las exposiciones virtuales bajo demanda que propicien la interacción con el público y, a su vez, logran una mínima recaudación.
Otros centros nacionales optan por la monetización de parte de sus fondos a cambio de liquidez, entre ellos, el Museo de Arte Everson, de Syracusa, el Museo de Arte de Brooklyn; el Museo de Arte de Baltimore, y el Newfields de Indianápolis.
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