Los combates causaron hasta el momento, heridas a 14 civiles, entre ellos cinco niños y tres mujeres, y serios daños a las propiedades en comercios y viviendas, sin que se se precisaran bajas entre los grupos enfrentados, indicaron las fuertes.
Estas acciones, las cuales se producen sin intermitencias en la última semana, ocurren en las cercanías de la ciudad de Al Bab, a menos de 30 kilómetros al noreste de Alepo, donde están desplegadas tropas del Ejército sirio, señalan los reportes.
De acuerdo con los detalles, la artillería turca bombardeó también áreas aledañas a la localidad de Manbij, en la cual están posicionados efectivos de las FDS, las cuales reciben el apoyo de militares estadounidenses asentados en esa región a unos 400 kilómetros al norte de Damasco.
Desde el 2016, Turquía incursionó en territorios del norte de las provincias sirias de Alepo y Hasaka, consolidó el respaldo al denominado Frente Nacional de Liberación, integrado por exmiembros del Ejército Libre Sirio (ELS) y estableció medidas administrativas de ocupación ilegales, según denuncias del Gobierno sirio.
A partir de esa fecha, se acordó por las partes y con la mediación de Rusia, una zona de distensión que se extiende incluso al norte de las vecinas provincias de Idlib y Raqqa pero nunca ha sido respetada por las organizaciones extremistas.
La tensa situación abarca además a territorios de la colindante provincia de Hasaka, donde Estados Unidos posee al menos 13 bases militares equipadas con helicópteros, drones y vehículos blindados de mediano porte como los Bradley y Striker, según denuncias públicas emitidas desde Moscú y Damasco.
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