El objetivo de este proyecto es que las futuras exploraciones humanas se adentren bajo la superficie y busquen signos de vida microbiana, explicó Richard Davis, director de Planes de la agencia norteamericana para encontrar recursos marcianos y enviar astronautas al planeta rojo.
Para desarrollar ese tipo de mapas, los científicos combinaron 20 años de datos de las misiones Mars Odyssey, Mars Reconnaissance Orbiter y el inactivo Mars Global Surveyor, en un solo proyecto llamado Subsurface Water Ice Mapping (Swim).
Dirigido por el Instituto de Ciencias Planetarias, en Tucson, Arizona, y administrado por el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, ubicado en el sur de California, este proyecto de mapeo también podría contribuir a la preparación de futuros orbitadores en Marte, señala el artículo.
La NASA planea, además, realizar un taller para expertos multidisciplinarios con el objetivo de evaluar los posibles sitios de aterrizaje basados en dichas localizaciones.
Expertos señalan el área debajo de la región polar de Marte en el hemisferio norte como la que puede albergar más hielo cerca del suelo.
Dichas zonas incluyen las llanuras de Arcadia Planitia y los valles llenos de glaciares en Deuteronilus Mensae.
Según refiere el informe de Nature Astronomy, estas regiones representan un término medio entre dónde encontrar la mayor cantidad de hielo de agua y la mayor cantidad de luz solar y calor.
‘Decir con certeza en qué lugares se esconde hielo en Marte no es fácil’, aseveró Gareth Morgan, uno de los líderes del proyecto Swim.
El astrónomo detalló que hasta la fecha, los orbitadores detectan diferentes propiedades físicas como altas concentraciones de hidrógeno, velocidad de onda de radar y rapidez con la cual cambia la temperatura en una superficie, y con ello se puede sugerir la presencia agua congelada.
Los esfuerzos de mapeo en la década de 2020 podrían ayudar a hacer posibles las misiones humanas a Marte para 2030, afirmaron los expertos.
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