En la Tierra existe toda la instrumentación y la inmediatez práctica que se podría desear para probar nuevos componentes de aeronaves, mientras que en Marte están las condiciones reales imposibles recrear aquí,subraya un comunicado de la NASA.
“Eso incluye una atmósfera muy fina y una gravedad significativamente menor que en la Tierra”, puntualiza la nota.
Para este empeño, los ingenieros recurrieron al simulador espacial del JPL de ocho metros por 26 metros, donde fueron probados con anterioridad las naves Surveyor, Voyager y Cassini.
Los expertos hicieron girar las palas hasta tres mil 500 revoluciones por minutos, que es 750 más rápido que las del helicóptero Ingenuity.
Las palas del rotor de fibra de carbono son casi más de 10 centímetros más largas que las del Ingenuity, que miden 38 centímetros, con mayor resistencia y un diseño diferente.
La NASA cree que estas podrían permitir construir helicópteros más grandes para desempeñarse en Marte.
Ahora los investigadores tienen el desafío de evitar que las hélices al alcanzar velocidades supersónicas no causen vibraciones provocadas por la turbulencia y se pierda el control del ingenio.
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