Lavrov compartió esas reflexiones durante la celebración del Día del Trabajador Diplomático en Rusia, que tiene lugar este miércoles en Moscú y en todas las representaciones del país en el extranjero.
‘Cualquier intento de Rusia de convertirse en independiente, defender su derecho a una política exterior independiente, defender el derecho internacional se enfrenta a una resistencia cada vez más feroz de nuestros colegas occidentales’, dijo.
Apuntó que desde esas regiones ‘quieren hacernos obedientes, quieren obligarnos a aceptar las interpretaciones muy dudosas de los valores humanos que ellos mismos profesan y que son contrarios a la tradición cultural rusa’.
El jefe de la diplomacia rusa apuntó que la intención es convertir a al país en un territorio conveniente para promover sus propios intereses, tanto en seguridad como en economía, y en el ámbito sociopolítico’.
Lavrov aseguró que todos los días estos intentos ‘se vuelven cada vez más feroces’.
Advirtió que las fuerzas, el conocimiento y la experiencia del país, sumado ‘a la sabiduría de nuestros predecesores’, deben usarse activamente para promover el curso de la política exterior dictada por el presidente Vladimir Putin.
El lunes, Lavrov comentó que durante el encuentro en Moscú con el alto representante de Política Exterior y Seguridad de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, le señaló la responsabilidad del bloque por el colapso de los lazos con Rusia.
Indicó que durante las negociaciones con Borrell, le habló ‘sobre la importancia de construir relaciones Rusia-UE sobre una base sistémica’.
En la declaración del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, difundida el pasado 8 de febrero, el titular recordó que ‘en 2014, la propia UE derrumbó la arquitectura laboriosamente creada durante años de vínculos multifacéticos con nuestro país’.
Según Lavrov, la razón principal fue el apoyo de la UE al golpe de estado anticonstitucional en Ucrania ‘con un marcado color antirruso’.
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