Subrayó que ‘no hubo duda y no hay duda de que no existieron concesiones de ninguna de las partes. Estamos convencidos de que la decisión conjunta de nuestros países de extender el Tratado es igualmente de interés nacional’, destaca la agencia de noticias TASS.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia señaló que, gracias a este paso, en la relación futura entre Moscú y Washington ‘se mantendrá el nivel necesario de previsibilidad mutua y transparencia en la esfera de las armas estratégicas ofensivas’.
Ryabkov aseguró que tal posibilidad es extremadamente importante para fortalecer la seguridad internacional y la estabilidad estratégica.
Comentó que Rusia no haría concesiones en el diálogo de control de armas con Estados Unidos y que defenderá firmemente sus intereses nacionales.
‘La época de las concesiones unilaterales que Rusia hizo una vez terminó hace mucho tiempo. El mundo es demasiado cruel y cínico para creer en los cuentos de hadas’, puntualizó.
El segundo jefe de la diplomacia rusa recalcó que sólo un diálogo igualitario puede conducir al logro de acuerdos equilibrados y señaló al mismo tiempo que el control de armamentos no es un fin en sí mismo.
Moscú ofrece a Washington participar en un análisis conjunto de los problemas que se han acumulado en el campo del control de armas para llegar a nuevos acuerdos, dijo Ryabkov.
Advirtió que existen las condiciones para la reanudación de las conversaciones: ‘voluntad política, enfoques bien desarrollados y un equipo interdepartamental formado’, indicó.
El pasado 29 de enero, el presidente ruso Vladimir Putin, refrendó la prórroga del documento, con vigencia hasta el 5 de febrero de 2026.
Start III estableció en 2010 que las partes reducirían sus armamentos estratégicos ofensivos desplegados durante siete años, de manera tal que la suma de sus cohetes balísticos intercontinentales, misiles en submarinos y en bombarderos pesados de ese tipo no excediera los 700.
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