La convocatoria tiene lugar en circunstancias históricas que demandan dar respuesta a una de las peores crisis de los tiempos modernos, la pandemia de la Covid-19, que tiene consecuencias dramáticas para el presente y futuro de niñas y niños, resaltó.
Bárcena participó en el lanzamiento virtual del Año Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil en América Latina y el Caribe, donde señaló que derivado de la pandemia puede haber un importante aumento de la tasa del empleo entre los menores en la región, lo que implica que unos 109 mil pueden engrosar las filas del mercado laboral.
‘Ahora más que nunca los niños, niñas y adolescentes deben estar en el centro de las prioridades de acción y por ello es urgente revitalizar las alianzas entre los gobiernos, los empleadores, los trabajadores, la sociedad civil y la cooperación internacional para que en un futuro muy cercano seamos la primera región en el mundo en poner fin al trabajo infantil’.
La ejecutiva de la Cepal (Comisión Económica para América Latina y el Caribe) puntualizó que es indispensable universalizar el acceso a la protección social y a la salud y otorgar un ingreso básico de emergencia a ese grupo poblacional, y sobre todo garantizar educación para todos sin discriminación con estándares de calidad y con adaptación a nuevas tecnologías.
También el director regional adjunto del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia en América Latina y el Caribe, Youssouf Abdel-Jelil, resaltó la importancia de detectar a los menores y adolescentes atrapados en algunas de las peores formas de trabajo infantil con el objetivo de analizar sus casos y restablecer sus derechos.
‘Estamos comprometidos con gobiernos, sociedad civil y sector privado para poner fin al trabajo infantil en las Américas’, aseguró.
Actualmente hay en el mundo 152 millones de niños en situación de trabajo infantil, de los cuales 72 millones realizan labores peligrosas, por lo que la ONU impulsa el propósito de eliminar ese flagelo en 2025.
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