Según los datos definitivos publicados este viernes por el organismo estatal, en ese repunte de la inflación influyó el alza de los precios de la electricidad y también de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que se encarecieron más de lo que lo hicieron en enero del año pasado.
Con este incremento, el IPC pone fin a nueve meses consecutivos de descensos interanuales, tras el estado de alarma decretado por el Gobierno el 14 de marzo de 2020 para enfrentar el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19.
Los precios entraron en negativo en abril de 2020, arrastrados por la crisis económica derivada de la pandemia de la Covid-19 y el estricto confinamiento de la población dictado a mitad de marzo.
En tasa mensual (enero sobre diciembre), el IPC se mantuvo sin cambios tras cinco meses de avances, señaló el INE.
Por su parte, el índice de precios de consumo armonizado -que mide la evolución de los precios con el mismo método en todos los países de la zona euro- se situó en el 0,4 por ciento interanual, frente al -0,6 por ciento de diciembre.
La inflación subyacente -que no incluye los precios de componentes más volátiles como los alimentos no elaborados y la energía- trepó cinco décimas en enero, hasta el 0,6 por ciento, apenas una décima por encima de la tasa del IPC general.
El objetivo del Banco Central Europeo es mantener en el conjunto de la Eurozona una inflación ligeramente inferior al 2,0 por ciento, el nivel considerado como óptimo por la entidad emisora para favorecer la inversión y el empleo.
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