El gabinete que prestó juramento la víspera ante el presidente de la República, Sergio Mattarella, está compuesto 23 ministros, ocho técnicos más 15 en representación de las fuerzas políticas presentes en el legislativo, excepto Hermanos de Italia, partido de derecha que declinó formar parte de la nueva mayoría parlamentaria.
Al Movimiento 5 Estrellas (M5E) correspondió el mayor número de titulares con cuatro, seguido por el Partido Democrático (PD), la Liga y Fuerza Italia, con tres cada uno, Italia Viva (IV) y Libres e Iguales (LEU).
Draghi confirmó en sus cargos a Luigi Di Maio (Asuntos Exteriores) y Roberto D’Incá (Relaciones con el Parlamento), ambos exponentes del M5E; Lorenzo Güerini (Defensa) y Darío Franceschini (Cultura), del PD, y Roberto Speranza (Salud), representante de LEU.
El economista de 73 años asumió la dirección del gobierno por encargo de Mattarella, ante la imposibilidad de formar una nueva mayoría para solucionar la crisis generada por la salida de IV de la coalición que integraba con el M5E, PD y LEU.
En esas circunstancias, el jefe del Estado indicó la creación de un gobierno de alto perfil, independiente de cualquier fórmula política, como alternativa ‘para enfrentar las graves emergencias actuales: sanitaria, social, económica, financiera’.
Draghi asume sus funciones precedido por una reputación ganada como gerente en el sector financiero y el aval del presidente de la República.
Sin embargo, su gobierno nace en medio de críticas provenientes de figuras pertenecientes a partidos de la mayoría parlamentaria anterior.
Entre ellos, Alesandro Di Battista, exdiputado del M5E, quien renunció a esa organización al considerar inaceptable la decisión de cohabitar en el flamante ejecutivo con ‘determinados personajes, en particular partidos (de derecha) como Fuerza Italia’.
En un mensaje publicado hoy en su perfil de Facebook, Di Battista preguntó si el nuevo ejecutivo regresará a casa a los militantes italianos que están en Afganistán, donde se desarrolla ‘una guerra obscena que, entre otras cosas, ha costado hasta hoy siete mil millones de euros al contribuyente italiano’.
Barbara Lezzi, diputada por el M5E exigió consultar nuevamente a los miembros de esa agrupación sobre el respaldo al gobierno, mientras su colega, Giuseppe D’Ambrosio abandonó las filas del Movimiento y Lucia Bongarzone, legisladora por el PD protestó por la escasa presencia femenina en el gabinete.
Mientras tanto, La Izquierda, componente de LEU desarrolla hoy una asamblea nacional para decidir cuál será su posición, tras las críticas de su líder, Nicola Fratoianni, a la maniobra política que provocó la caída del gobierno anterior guiado por Conte.
agp/fgg