Un boletín emitido por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres confirmó flujos de lava en ambos cráteres y movimientos sísmicos perceptibles durante la noche del domingo y madrugada del lunes, de ahí el estado de alerta roja vigente para al menos 20 comunidades aledañas.
Por su parte, el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología informó que el volcán de Fuego, de tres mil 763 metros sobre el nivel del mar, registró la víspera una ‘erupción declarada’ con flujos piroclásticos (mezcla de cenizas, rocas y gases volcánicos a altas temperaturas) y de lava.
En el caso del Pacaya, a 50 metros de la capital, se encuentra activo desde la semana pasada y expulsó lava con una longitud de mil metros y las autoridades no descartan que incremente su actividad en las próximas horas.
El volcán de Fuego registró la última gran erupción en Guatemala el 3 de junio de 2018, con un saldo de 431 fallecidos, de ellos 239 no se recuperaron sus cuerpos.
Las autoridades mantienen el monitoreo de la situación y, en caso de ser necesario, evacuar a los residentes con los protocolos establecidos por la pandemia de la Covid-19.
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