El pasado 6 de enero la embajada de la isla en la nación suramericana informó al gobierno de Duque sobre un supuesto ataque militar por parte del Frente de Guerra Oriental del Ejército de Liberación Nacional (ELN) a realizarse en Bogotá.
Como se explicó en un memorándum afín, la veracidad de la información no era una certeza, pero la importancia de evitar un acto de esta naturaleza que pusiera en riesgo la vida de civiles no dejó tiempo a verificaciones.
Un demorado encuentro solicitado por el embajador cubano, José Luis Ponce, con autoridades locales se concretó dos días después, y lamentablemente concluyó con información tan sensible en posesión de la prensa.
En cambio, a pesar de imprecisas comparecencias oficiales, se desconoce la respuesta de las autoridades colombianas al aviso, como señala una declaración de la cancillería cubana.
‘Cuba desconoce si las autoridades colombianas procedieron a realizar alguna investigación, descartaron rápidamente la información o ya la conocían’, señala el documento.
La campaña contra La Habana se intensificó al punto de acusar a la nación caribeña de ocultar información y ser cómplice del ELN al servirle como base a líderes de esa fuerza guerrillera para orquestar ataques.
En la capital cubana se encuentran los representantes del ELN para las negociaciones de paz con el Estado colombiano, suspendidas en 2019 tras el atentado contra la Escuela de Cadetes de Policía en Bogotá.
Desde entonces la administración de Iván Duque pide la extradición de los negociadores del ELN, pedido que rechaza La Habana en cumplimiento de su rol de garante del proceso y de lo acordado en caso de ruptura de las conversaciones.
La declaración de la cancillería cubana precisa que la delegación del ELN que permanece en la isla ‘expresó total desconocimiento sobre la misma y reiteró la garantía de que no tenía ningún involucramiento en las decisiones militares u operaciones de la organización’.
El propio ELN confirmó lo anterior en un comunicado donde aclara que el equipo de negociadores ‘tiene la orientación exclusiva de realizar un trabajo en la búsqueda de la paz, y no participa en la elaboración de planes militares ni mucho menos en la orientación y ejecución de operaciones militares’.
En contraposición esa fuerza insurgente acusó al gobierno de Duque de planear un falso positivo por parte de la inteligencia militar para responsabilizar al ELN de actos terroristas.
En entrevista a medios colombianos el jefe de la delegación de paz del ELN en La Habana, Pablo Beltrán, coincidió en que es un montaje del gobierno de Duque para mantener las tensiones diplomáticas.
La escalada diplomática y mediática contra Cuba ha sido descalificada por políticos, analistas y gobiernos como el de Noruega, otro de los países garantes de los diálogos de paz.
El embajador de ese país europeo en Colombia, John Petter Opdahl, aseguró que la conducta seguida por las autoridades cubanas es la correcta ante una alerta de este tipo.
‘Mis colegas garantes cubanos hicieron lo correcto. Si una misión diplomática recibe información acerca de un posible acto de violencia en otro país debe informar a las autoridades para que hagan las investigaciones correspondientes. Es muy extraño que Cuba no sea reconocida por entregar ese tipo de información’, dijo Opdahl al diario El Espectador.
A la vez recordó que la negativa de la isla a extraditar a los negociadores del ELN obedece a lo pactado para el inicio de las conversaciones de paz
De igual manera opinó la directora de la Fundación Ideas para la Paz, María Victoria Llorente, quien comentó el mismo periódico que ‘sería como romper unas reglas de garantías internacionales alrededor de este tipo de procesos’.
En un reciente editorial, ese diario califica de irresponsable la posición del gobierno de Iván Duque con el país caribeño, uno de los principales aliados del proceso de paz y que pone en riesgo los nexos diplomáticos.
‘La verdad es que ningún acuerdo de paz, ninguna negociación, puede darse sin reglas claras para lo que ocurrirá si se van al traste. Cuando Colombia, como Estado, elige incumplir ese pacto, está traicionando su promesa, sea cual sea la razón’, subraya el artículo de opinión.
Por otra parte el legislativo colombiano citará a la canciller Claudia Blum y al ministro de Defensa Diego Molano para explicar el curso de estas acciones que algunos senadores consideran comprometedoras de las relaciones bilaterales con la isla. El senador por Polo Democrático Iván Cepeda aseguró que Iván Cepeda Castro
que con Antonio Sanguino, de Alianza Verde, citarán a debate a la Canciller y al Ministro de Defensa para que expliquen actuaciones de los ministerios que encabezan y que comprometen las relaciones de Colombia con Cuba y por qué información reservada está apareciendo en medios de comunicación.
La isla caribeña sostiene su posición invariable a favor de la paz en Colombia, y a pesar de la campaña en su contra sigue apostando porque ‘prime la voluntad de paz, el interés legítimo y la libre determinación del pueblo colombiano, la cordura y la sensatez’.
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