La misiva, publicada este miércoles por el Consejo de Iglesias de Cuba, exhorta al mandatario estadounidense a dar nuevos pasos hacia la normalización de las relaciones, y a dialogar sobre los desacuerdos de forma respetuosa.
El texto pide expresamente a Biden que tome una acción ejecutiva para devolver las regulaciones que rigen los viajes, las remesas y el comercio con la nación caribeña al punto donde estaban cuando Donald Trump entró a la Casa Blanca y los interrumpió.
Asimismo, solicitan que se revoque, ‘por acción ejecutiva’, la decisión de reintegrar a Cuba en la lista de Estados patrocinadores del terrorismo, así como la autorización para las demandas privadas contra inversionistas de terceros países en la isla, amparadas bajo el Título III de la Ley Helms-Burton.
El documento también insta al presidente norteamericano a restablecer la presencia diplomática en La Habana, a partir de completar el personal de la embajada y el consulado.
Cubrir todas las capacidades ‘facilitará los diálogos bilaterales sobre temas de interés mutuo’, afirma la carta, que añade la necesidad de actuar de forma similar con la dotación de personal de la embajada de Cuba en Estados Unidos.
Las instituciones religiosas y de fe sostienen que durante mucho tiempo han solicitado el fin del cerco económico de la nación norteña sobre la isla caribeña, además de abogar por el desarrollo de relaciones normales entre ambos países.
‘Estamos convencidos de que tanto a Estados Unidos como al pueblo cubano les conviene avanzar en la normalización’, asegura la misiva, que refiere los aspectos positivos para las organizaciones religiosas de las dos naciones y en general para la ciudadanía.
Específicamente los estadounidenses podrían beneficiarse con la ampliación de la cooperación en temas de interés mutuo, como el abordaje de la pandemia de Covid-19, el cambio climático, la seguridad, las relaciones entre pueblos y el aumento de los viajes y el comercio.
En tanto, Cuba podrá llevar adelante más fácilmente sus propios procesos internos de reforma y debate político, apunta el documento.
‘Estamos convencidos de que redunda en interés tanto de Estados Unidos como del pueblo cubano y, en particular, será beneficioso para las comunidades religiosas en Cuba avanzar en la normalización de las relaciones cubano-estadounidenses’, precisa el texto.
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