Todas las fuerzas políticas apoyaron la formación del nuevo ejecutivo, excepto Hermanos de Italia, partido de derecha para el cual la única solución posible a la crisis creada tras la renuncia del exjefe de gobierno, Giuseppe Conte, era el llamado anticipado a las urnas.
Como ocurrió la víspera en el Senado, donde Draghi consiguió la mayoría con 262 a 40 y dos abstenciones, votaron en contra o se abstuvieron varios integrantes de la bancada del Movimiento 5 Estrellas (M5E).
Al intervenir en el cierre del procedimiento parlamentario para la instalación del gobierno, el expresidente de la Banca de Italia y del Banco Central Europeo abordó aspectos como la recuperación de pequeñas y medianas empresas fuertemente golpeadas por la pandemia de Covid-19 y la lucha contra la corrupción, entre otros.
En su declaración programática inicial ante el Senado, el economista de 73 años definió la campaña de vacunación contra la Covid-19 y el reinicio pleno de las actividades docentes como las dos prioridades inmediatas.
Además, expuso la estrategia y objetivos principales para el período posterior a la pandemia el cual, afirmó, no será simplemente un retorno a la normalidad anterior y reflexionó sobre varios temas, como la protección del medio ambiente y la necesidad de modificar modelos de crecimiento económico como el turismo.
Reflexionó también sobre otros temas como la igualdad de género, los programas diferenciados para el desarrollo integral del sur de la península, las inversiones públicas y el empleo de los recursos a los cuales podrá acceder Italia a través del mecanismo europeo de la ‘Nueva Generación UE’.
En política exterior, puntualizó que ‘este gobierno será conscientemente europeísta y atlantista en línea con los anclajes históricos de Italia: Unión Europea, Alianza Atlántica, Naciones Unidas’, con profunda vocación a favor del ‘multilateralismo eficaz’. car/fgg