Representantes del Gran Teatro del Liceu, el Auditori, el Teatre Lliure, el Mercat de les Flors y el Teatre Nacional de Catalunya manifiestan, en un comunicado, su apoyo a los trabajadores de esa entidad y lamentaron los daños ocasionados al patrimonio.
El Palau de la Música fue blanco del ataque de un grupo de encapuchados, que rompió a pedradas vidrieras históricas del edificio, tras la manifestación de apoyo por el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel.
Asimismo, las entidades barcelonesas reiteraron su compromiso a favor de la libertad de expresión y el respeto a los derechos de los creadores, lo cual no constituye justificación para dañar elementos que forman parte de la memoria histórica de la ciudad.
Según informó la Fundación Orfeó Català-Palau de la Música, este acto violento, acaecido después del concierto de la Simfònics al Palau, ocasionó destrozos en las fachadas del edificio, con numerosos cristales y vitrales rotos.
Igualmente, la institución continuará con su programa de presentaciones bajo estrictas medidas sanitarias y de seguridad, en las entradas y salidas del inmueble, en un intento por mantener los pocos eventos culturales que han logrado abrirse paso en esta etapa de crisis.
Durante cinco días se desarrollan protestas, disturbios y saqueos que se extienden a diversas ciudades catalanas, como Lleida, Tarragona, Sabadell y Girona.
Además de los daños al Palau de la Música, las manifestaciones violentas provocaron afectaciones a tiendas de lujo, mobiliario urbano y contenedores de basura.
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