La pequeña roca de basalto negro fue hallada en el sitio arqueológico de Jarf Ahmar, junto al río Eúfrates, en la norteña provincia de Alepo; y por su valor histórico es actualmente expuesta al público y a los especialistas.
Ubicada en la sección de la prehistoria del museo, la pieza tiene grabados de un búho que atrapa a un insecto y cabeza de toro talladas en buen estado de conservación, de acuerdo a la labor de restauradores y técnicos.
El sitio Jarf Ahmar fue localizado en 1980 por el arqueólogo estadounidense Tom McClellan, antes de que una misión conjunta sirio-francesa, dirigida por el investigador sirio Bassam Jamous, ampliara investigaciones y descubriera nuevas áreas.
En correspondencia con estudios realizados se considera una de las pruebas de que este país del Levante es una de las pocas regiones del mundo que experimentaron la llamada primera revolución neolítica y el surgimiento de aldeas agrícolas.
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