El canciller Wunna Maung Lwin mantuvo conversaciones con sus pares de las naciones vecinas, en lo que fueron las primeras reuniones cara a cara conocidas entre un miembro de alto rango de la junta y representantes de gobiernos extranjeros.
Las reuniones se efectuaron después de un anuncio de que la canciller de Indonesia, Retno Marsudi, no visitaría de inmediato Naipyidó, a pesar de los documentos filtrados del lado de Myanmar sobre su inminente llegada a la capital myanmena. En cambio, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Tailandia, Tanee Sanrat, confirmó en un mensaje de texto que Marsudi sí visitó Bangkok, donde se reunió con Maung Lwin.
No lo planeamos, pero sí ocurrió, declaró Sanrat en respuesta a una pregunta sobre una reunión entre los tres ministros, aunque no se dieron a conocer detalles sobre las discusiones.
Por segundo día consecutivo, la embajada de Indonesia en el centro comercial de Myanmar, Yangon, vio a cientos de manifestantes que les exigían dejar de negociar con el gobierno de facto.
Desde el golpe del 1 de febrero, Myanmar vive manifestaciones diarias en todo el país que exigen la liberación de la líder Aung San Suu Kyi, aunque el ejército ha sobrevivido hasta ahora a la condena internacional.
Los militares han justificado sus acciones alegando un fraude electoral generalizado en las elecciones de noviembre pasado, que el partido de Aung San Suu Kyi ganó de manera aplastante.
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