Desde el 2011, Washington y la Unión Europea aplican sanciones comerciales y financieras contra este país del Levante, renovadas cada año y que en la actualidad abarcan a 273 dirigentes, funcionarios y personalidades sirias y a más de 70 empresas y entidades bancarias, entre otras.
De igual forma, fueron ampliadas con la aplicación desde fines del 2020 con la denominada Ley César, destinada además, a sanciones y multas a terceras naciones que ejecuten tratos comerciales con este país.
Tales acciones, denunciadas con insistencia en Damasco, Moscú y Teherán, tienen particular recrudecimiento en los apenas dos meses transcurridos del presente año con el continuado saqueo de recursos naturales como el petròleo.
En este último hecho, Ghassan Halim Khalil, gobernador de la norteña provincia siria de Hasaka, denunció que roban diariamente 140 mil barriles de crudo de los yacimientos de Taramish y Al-Malikiyah para contrabandearlos hacia el llamado kurdistán iraquí.
Dichas zonas se extienden hacia los campos de hidrocarburos y gas de Shadadi y Al Omar, todos bajo control de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), de mayoría kurda y respaldadas por Washington.
Por otro lado, hace menos de 24 horas la vocera del Departamento de Defensa de Estados Unidos, Elissa Smith, confirmó la llegada a esa región del primer grupo de fuerzas estadounidenses encargadas de entrenar a esa ‘oposición moderada’ en Siria.
Washington, según datos y testimonios recopilados, mantiene un sistemático abastecimiento logístico y en armamentos a las FDS a través de 13 bases establecidas ilegalmente en Hasaka y al norte de Deir Ezzor y a partir del cruce fronterizo con Iraq de Al Walid.
Los cómputos comprobados cifran en al menos dos caravanas de camiones y blindados que entran a esas zonas semanalmente y con particular intensificación a partir de enero del presente año.
Cada acción estadounidense al respecto cuenta con el respaldo aéreo de helicópteros y una cobertura terrestre con diversos tipos de blindados, incluídos tanques medianos Bradley, empleados por primera en la actual etapa.
De tal manera y en contravención de las leyes internacionales, Estados Unidos obstaculiza cualquier tipo de negociación que conduzca a una solución de la crisis en Siria y que significan la pérdida de más de 400 mil millones de dólares y cerca de medio millón de muertos y mutilados en casi 10 años de guerra impuesta.
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