Durante una alocución pública, el mandatario ratificó la decisión del Gobierno venezolano de declarar persona non grata a la embajadora del bloque comunitario en Caracas, Isabel Brilhante Pedrosa, quien deberá abandonar el país en un plazo de 72 horas.
‘Queremos las mejores relaciones con la Unión Europea, pero no vamos a aceptar ofensas ni agresiones’, aseveró el jefe de Estado al rechazar las nuevas medidas coercitivas emitidas por ese organismo contra 19 funcionarios de Venezuela.
Más temprano, el canciller Jorge Arreaza explicó que la expulsión de la diplomática europea se fundamentó en el irrespeto al derecho internacional y a la Constitución venezolana por parte del ente comunitario.
El Consejo de Asuntos Exteriores de la UE impuso sanciones unilaterales a 19 funcionarios del Estado venezolano, incluidos altos dignatarios, magistrados e integrantes de los poderes públicos, como represalia por la celebración de las elecciones del 6 de diciembre.
La Unión Europea consideró que los comicios legislativos incumplieron con los ‘estándares democráticos’ y carecieron de garantías, a pesar de contar con el visto bueno de cientos de observadores internacionales, quienes validaron su transparencia y legitimidad.
En un comunicado emitido por la Cancillería, el Gobierno bolivariano calificó la nueva maniobra injerencista como una reacción por la ‘manifiesta ineficacia’ de las acciones para forzar un cambio de régimen en el país sudamericano.
‘Estas erráticas decisiones revelan además la incapacidad del bloque europeo para atender, respetar y aceptar la voluntad del pueblo venezolano, y deja en evidencia, una vez más su anacrónica política intervencionista e injerencista hacia Venezuela’, subraya la denuncia.
El 29 de junio de 2020, el presidente Nicolás Maduro dio un lapso de 72 horas a la embajadora Brilhante Pedrosa para abandonar el país, debido a la recurrente política injerencista del bloque en los asuntos internos de esta nación.
La decisión quedó sin efecto en esa ocasión tras una conversación telefónica entre el canciller Arreaza y el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, quienes coincidieron en la necesidad de mantener las relaciones diplomáticas.
Este miércoles, el jefe de la diplomacia venezolana entregó además sendas notas de protesta a los representantes de Francia, Alemania, Países Bajos y España, por considerar que estas naciones actuaron con mala intención para fomentar nuevos ataques contra Caracas.
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