Se trata de un chantaje, un acto inmoral dirigido a conseguir concesiones políticas de determinadas naciones aprovechando sus necesidades humanitarias, manifestó el ministro de Relaciones Exteriores, citado por la agencia de noticias Wafa.
En su opinión tal actitud demuestra la ausencia de valores morales, en momentos cuando la humanidad está enfocada en combatir la pandemia.
Maliki reiteró este jueves su denuncia en torno a los crímenes cometidos por el Gobierno sionista contra su pueblo, y la impunidad que los rodea debido a la falta de investigaciones justas e imparciales al respecto.
Esta semana el primer ministro de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mohammad Shtayyeh, condenó las demoliciones de viviendas en Cisjordania, perpetradas por uniformados al servicio de Israel, acciones que -dijo- dejaron sin techo a centenares de pobladores en medio de los azotes de la Covid-19.
El funcionario solicitó apoyo a la Organización de Naciones Unidas (ONU) con el fin de implementar un mecanismo de protección para los palestinos, frente a lo que llamó una ola de terror protagonizada también por colonos asentados en dicha demarcación.
En sucesivos mensajes el dirigente demandó la aplicación de la resolución 2334 de la ONU, la cual declara ilegales las colonias de Israel en Cisjordania y exige la finalización de su presencia allí.
El Gobierno sionista hace todo lo posible para socavar la visión de los dos Estados contiguos, propuesta como salida al largo conflicto, advirtió Shtayyeh tras reiterar la voluntad de la ANP para dialogar con la contraparte sin que ello implique renunciar a reclamos históricos.
La ANP insiste en el establecimiento de un territorio independiente en las fronteras anteriores a 1967 y con su capital en Jerusalén oriental.
Asimismo pide una solución justa para millones de refugiados, muchos de los cuales desean regresar a su tierra natal.
agp/ap