Las aún sólidas estructuras enmascaradas en la frondosa selva cercana al Mar Caribe, parecieran el refugio ideal de fantasmas prestos para asustar a turistas que se aventuran en la ruta, pero su existencia es real en el recuerdo de una sociedad que sospecha ahora el retorno de la presencia castrense foránea.
El Centro Regional de Operaciones Aeronavales (Croan), con sede en la vertiente pacífica de la vía interoceánica, fue creado bajo la filosofía y participación del Comando Sur del ejército de Estados Unidos para coordinar el enfrentamiento al narcotráfico internacional y otros delitos transnacionales, según versiones de prensa.
Ante el rechazo desde sectores de izquierda, que ven pisoteada la soberanía del país, y de la derecha, quienes temen la militarización, personeros del gobierno repiten que no habrá extranjeros en la instalación, aunque reportes periodísticos citaron fuentes oficiales sobre los que dirigen el Croan.
Por la parte panameña lo encabeza Ivor Pittí, vicetitular del Ministerio de Seguridad (Minseg), y por Estados Unidos, Chris Davy, de la Oficina Internacional de Asistencia Antinarcóticos y Cumplimiento de la Ley y Tim Starmer, de la Agencia de Administración de Control de Drogas, aseguraron medios locales.
‘Estados Unidos está comprometido con Panamá en mantener la seguridad de los panameños y la región’, aseveró Stewart Tuttle, encargado de negocios de la embajada estadounidense en esta capital, en la firma del memorando que establece la cooperación a través del Croan y la Fuerza Marítima Conjunta-Panamá (FMC-P).
En un intento por neutralizar las críticas, el diplomático estadounidense declaró después que el Croan ‘no es una iniciativa militar’, que la idea surgió de los panameños, cuyas fuerzas de seguridad dirigirán el centro, explicó en entrevista sobre el tema que publicó este jueves el periódico La Estrella de Panamá.
Un supuesto borrador de la propuesta istmeña para el documento rubricado por Tuttle y Juan Pino, ministro del Minseg, circuló el periódico Bayano Digital, en el cual se establece que los Estados Unidos tiene la intención de ‘brindar apoyo a través de asesores y analistas a nivel operacional y táctico en el Croan’.
Al expresar su ‘más enérgico rechazo al memorando’, en carta dirigida a la canciller panameña, Erika Mouynes, el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales denunció que el acuerdo creó ‘una base de operaciones militares dirigida por el ejército de Estados Unidos’.
Por su parte, la experta en acuerdos internacionales Briseida Allard aseguró al diario La Estrella de Panamá que, aunque ‘digan que no van a estar presentes los militares estadounidenses, eso no salva de la violación’ del artículo cinco del Tratado de Neutralidad permanente del Canal de Panamá, donde se establece que el país manejaría la vía y mantendría fuerzas militares propias dentro de su territorio.
Tal criterio lo apoyó el también especialista Julio Yao, quien agregó que Estados Unidos violó antes los Tratados Torrijos-Carter y el de Neutralidad con la invasión militar de 1989 a Panamá, y además, lejos de proteger la vía interoceánica, la cerró durante la agresión.
‘El tratado concerniente a la neutralidad del Canal de Panamá y la Constitución dejan claro que el país no tiene fuerzas armadas, ni puede tener ejércitos extranjeros en su territorio’, es la advertencia del diario La Prensa, vocero de los anti-militaristas, el cual concluyó que, bajo ese concepto, ambos países violaron los tratados Torrijos-Carter y de Neutralidad.
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