Esta medida hace referencia a 32 reactores de 900 megavatios (Mwe), cuyo cierre debía haberse producido el pasado año y para los que la empresa que los gestiona, Electricidad de Francia (EDF), solicitó el permiso de continuar manteniéndolos en activo.
ASN demandó el pasado 3 de diciembre una serie de pruebas y estudios complementarios que debía realizar el operador eléctrico para obtener la luz verde definitiva, entre los que se incluyeron puntos cruciales para la seguridad nuclear y requisitos técnicos que debían ser aplicados.
Con el permiso concedido hoy, estos reactores podrán seguir en funcionamiento hasta 2030, pero la ASN señaló que cada uno de ellos será objeto anualmente de revisiones individuales en profundidad con vistas a verificar su idoneidad para el servicio.
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