El organismo gubernamental realizó una ligera corrección en su reporte de finales de enero, cuando estimó que la caída sería de un 8,3 por ciento ante la crisis sanitaria y el efecto de las medidas para frenarla, en particular los confinamientos vividos en la primavera y el otoño.
Según el Insee, el PIB francés cedió en el último trimestre del año pasado 1,4 por ciento, en lugar del 1,3 proyectado, un escenario mejor que los trimestres precedentes, aunque sin abandonar la recesión.
Si bien el retroceso económico es el mayor del país desde la Segunda Guerra Mundial (1939-1945), quedó por debajo de los cálculos iniciales de varias instituciones, que llegaron a situarlo incluso en dos dígitos.
Francia había cerrado el 2019 con un crecimiento de 1,5 por ciento, uno de los más importantes en la zona Euro.
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