En una declaración de cuatro puntos, el PC señala que ya en 2018 el gobierno planteó algo parecido con un llamado ‘Plan impulso Araucanía’, que solo dejó un saldo de ‘dolor, muerte de personas y violaciones sistemáticas a los Derechos Humanos del pueblo Mapuche’, bajo la excusa nunca confirmada de la existencia de terrorismo en la región.
Añade que el nuevo acuerdo nacional por la Araucanía no busca cambiar las bases bajo las cuales se enriquecieron y favorecieron pequeños sectores por la entrega y apropiación indebida de tierras ancestrales y la sobreexplotación de los recursos naturales que pertenecen a todo Chile y en especial al pueblo Mapuche.
Por el contrario, advierte, el gobierno ‘vuelve a poner el foco en la violencia y el abuso de la ley, buscando profundizar normas que han permitido muertes y agresiones por parte de Carabineros, y que han demostrado su ineficacia para la prevención de cualquier delito o para generar seguridad en la población’.
El texto puntualiza que se pone a las Fuerzas Armadas y Carabineros al frente de la institucionalidad en la zona sur del país, como ‘símbolo de la incapacidad del gobierno para avanzar mediante el diálogo y políticas claras y concretas de compromiso con las demandas del pueblo mapuche’.
Al respecto, advierte que una institución como Carabineros, comprometida con actos de violación de derechos humanos y corrupción, no puede ser garantía de la paz que se pretende impulsar, pues ha sido un instrumento de violencia y ataques contra la población civil.
Finalmente, subraya que el Partido Comunista de Chile ‘no está ni estará disponible para ningún acuerdo nacional que siga impulsando la violencia contra los Pueblos Indígenas’.
La violencia sólo terminará cuando Chile se construya como un Estado Plurinacional, en el cual se reconozca constitucionalmente el derecho a la libre determinación del pueblo Mapuche, le restituyan sus tierras usurpadas, desmilitaricen la zona y se instaure un enfoque de respeto irrestricto a los Derechos Humanos, concluye la declaración.
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