La detonación ocurrió después que el Ejército iraquí e integrantes de las Unidades de Movilización Popular (al Hashd al Shaabi) ingresaron a un escondite de terroristas en la zona de al-Haditha.
Según la fuente, un oficial y seis combatientes de las Unidades murieron al activarse el dispositivo, mientras resultaron heridos cinco soldados y dos integrantes de al Hashd al Shaabi.
En los últimos meses, fuerzas conjuntas de militares y combatientes de las Unidades acometen una redada a gran escala en todo el país contra restos de la banda extremista del Estado Islámico.
Aunque en diciembre de 2017 el gobierno proclamó su victoria contra los radicales, células durmientes continúan operativas y atacan poblaciones desprotegidas.
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