Con este repunte, quinto consecutivo tras el de los meses de octubre, noviembre, diciembre y enero, el total de desocupados en el país europeo se ubicó en cuatro millones ocho mil 789 personas, un umbral que no se superaba desde abril de 2016.
En la comparativa interanual (frente a febrero del ejercicio precedente), el desempleo -que no ha cesado de crecer desde el comienzo de la pandemia de la Covid-19- suma 762 mil 742 parados más, un 23,5 por ciento más que un año antes.
El dato de febrero, al igual que en los meses anteriores, no incluye a los trabajadores que se encuentran en suspensión de empleo o reducción horaria como consecuencia de un ERTE, pues la definición de paro registrado no los contabiliza como desocupados.
Los ERTE (expedientes de regulación temporal de empleo) son un mecanismo auspiciado por el Gobierno de coalición progresista para evitar que las empresas despidan de manera definitiva a sus empleados, en medio de la crisis creada por la Covid-19.
Este programa permite a las compañías dar de baja de forma temporal a sus empleados, y estos siguen cobrando del Estado gran parte de su sueldo.
A cierre del segundo mes de 2021, el número de trabajadores protegidos por un ERTE se situó en 899 mil 393, lejos de los 3,4 millones que llegaron a estar bajo su paraguas en el pico máximo de la pandemia provocada por el coronavirus SARS-CoV-2.
Por su parte, la cifra de afiliados a la Seguridad Social se situó en 18 millones 850 mil 112 personas, 20 mil 632 cotizantes más con respecto a la media de enero, precisó el ejecutivo del socialdemócrata Pedro Sánchez.
España finalizó 2020 con tres millones 719 mil 800 desempleados, un 16,13 por ciento de su población económicamente activa, según datos del Instituto Nacional de Estadística.
Los rebrotes del patógeno y las medidas para contenerlo están complicando la recuperación de la cuarta economía de la zona euro, muy dependiente del sector servicios y en concreto del turismo.
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