En un acto celebrado en esta capital, a propósito del aniversario 61 del ataque a la embarcación, la primera secretaria del Partido Comunista de Cuba (PCC) en el municipio La Habana Vieja, Tamara Placeres, destacó la vigencia de las acciones de Washington contra esta nación.
Rememoró que la nave, con municiones y armamentos a bordo para fortalecer las fuerzas defensivas de la naciente Revolución, explotó mientras obreros portuarios descargaban la mercancía, en un acto planeado por la Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos.
Como resultado, casi 100 fallecidos, 34 desaparecidos, y 400 heridos, decenas de ellos incapacitados de por vida.
De acuerdo con la funcionaria, el siniestro desencadenó un hito en la historia de Cuba, cuando, en el sepelio de las víctimas, el líder histórico Fidel Castro ratificó la premisa de siempre resistir y luchar, cristalizada en la expresión de ¡Patria o Muerte!’.
Este hecho no fue el único en la escalada de agresiones por cambiar el rumbo del proceso cubano, pues ocurrieron otros como la explosión de un avión en pleno vuelo proveniente de Barbados, los atentados en hoteles del país o la invasión mercenaria a Playa Girón (Bahía de Cochinos), dijo.
Remarcó que hoy el principal escenario de confrontación está en las plataformas digitales, desde donde se exacerba el terrorismo y la guerra contra Cuba.
‘Las administraciones norteamericanas nunca han tenido la moral ni la decencia de pedir disculpas y retractarse por los daños causados’, denunció Tamara Placeres.
En la actividad de conmemoración, con presencia de autoridades locales y pueblo en general, hubo ofrendas florales enviadas por el primer secretario del PCC, Raúl Castro, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.
Cerca de las 15:00 hora local del 4 de marzo de 1960, ocurrió un primer estallido dentro de la embarcación situada en el puerto habanero, seguido por otro cuando los cuerpos de ayuda, bomberos y la policía llegaban a brindar auxilio.
Según fuentes oficiales, las operaciones encubiertas de Washington comenzaron en 1959, y desde entonces se organizaron, ejecutaron y financiaron miles de actos de sabotaje.
Al menos tres mil 478 personas murieron y dos mil 99 quedaron incapacitadas como consecuencia de los planes terroristas desde Estados Unidos contra la nación caribeña.
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