En la rueda de prensa de este jueves, Zajárova advirtió que a principios de semana las relatoras especiales de Naciones Unidas Agnès Callamard e Irene Khan dictaminaron que Navalny fue envenenado con una sustancia tóxica militar de tipo Novichok.
Según la agencia de noticias Sputnik, las funcionarias de ONU señalaron además que es ‘muy probable’ la implicación de funcionarios del Gobierno ruso, ‘supuestamente altos cargos’.
‘Estamos convencidos de que el llamado caso del envenenamiento de Navalny, con una presunta arma química, es una provocación que de manera artificial fue posicionada a nivel mundial’, dijo la vocera de la Cancillería rusa.
Apuntó que el tema está siendo utilizado ‘como un medio para interferir en los asuntos internos de nuestro Estado’.
En nombre de su país, la diplomática instó al Consejo de Derechos Humanos de la ONU a prestar atención al ‘comportamiento inapropiado de las relatoras especiales que acaban de hacer una farsa en Ginebra’.
Calificó de ‘triviales y absolutamente infundadas’ sus acusaciones, las cuales, dijo ‘debe caracterizarse por el profesionalismo e imparcialidad’.
Zajárova subrayó que hasta el momento, ningún país, organización o laboratorio entregó pruebas a las autoridades rusas que evidencien el envenenamiento del opositor con una sustancia prohibida.
En agosto de 2020, Navalny se sintió mal durante un vuelo interno en Rusia, lo que obligó a realizar un aterrizaje de emergencia en la ciudad de Omsk, donde fue atendido.
Fue trasladado a Alemania el 22 de agosto en un avión sanitario, donde laboratorios europeos determinaron que fue envenenado con un agente nervioso del grupo Novichok y el opositor ruso culpó del hecho a su Gobierno.
El supuesto envenenamiento de Navalny y su posterior encarcelamiento bajo acusaciones probadas de fraude empresarial en Rusia, justificaron las recientes sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea contra Moscú.
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