Esta es la conclusión que presentó el nuevo ‘Perfil de Género de Panamá’, elaborado por ONU Mujeres, con la participación de cinco agencias, fondos y programas del sistema del organismo mundial, instrumento que permite comprender mejor la situación de las féminas desde edades tempranas.
‘La igualdad de género no es sólo un derecho fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible’, expuso la investigación que abordó la equidad, política económica, social y ambiental, además del rol de la ONU en estos aspectos.
Una de cada cuatro mujeres de entre 35 a 44 años no cuenta con ingresos propios, y la proporción de féminas en condición de dependencia total muestra una vulnerabilidad de mucho riesgo para el ejercicio de sus derechos, aseguró la fuente.
Al analizar la educación, el estudio alertó sobre la necesidad de ‘implementar de forma urgente la educación sexual’ en niñas y adolescentes, tomando en cuenta la deserción por causa de embarazos en las enseñanzas pre media, media y primaria.
Estadísticas señalan que la tasa de fecundidad en adolescentes entre 10 y 14 años en 2018 fue de 2,9 por cada mil niñas y de 73,4 en las edades entre 15 y 19 años, y el documento concluyó que entre las causas principales del embarazo a temprana edad están la ausencia de estudios sobre el sexo.
‘El aumento del número de embarazos en niñas de 10 a 14 años está tipificado como abuso sexual’, explicó el documento, que particularizó, además, en el limitado acceso a métodos anticonceptivos por razones culturales o por la brecha entre demanda y ofertas de tales dispositivos.
Uno de los datos más impactantes que desnuda el análisis es que el embarazo en adolescentes ‘lejos de disminuir ha ido ligeramente subiendo’, alertó el gerente de programas del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Javier Córdoba, en el marco de la presentación del informe.
Se estima que entre 2014 y marzo de 2020, se registraron más 60 mil embarazos en niñas y adolescentes entre 10 y 19 años, según cifras del Ministerio de Salud, lo cual toma especial relevancia en momentos en que el país se encuentra envuelto en un escándalo por supuestos abusos y violaciones a menores acogidos en albergues.
‘Estas niñas han sido víctimas de abuso sexual; por ello también podríamos concluir que el embarazo adolescente y en especial en las niñas, constituye seguramente la expresión más clara y más cruel de la violencia basada en género’, alertó Córdoba.
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