La víspera, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, dijo que su Gobierno valora la amenaza de las supuestas nuevas sanciones en su contra y trabaja en varios escenarios para proteger los intereses de sus ciudadanos y empresas.
Más temprano, la publicación estadounidense Bloomberg, informó que Washington y Londres prevén introducir restricciones adicionales contra Moscú, atribuyéndole el uso de armas químicas.
Sobre el tema, Peskov respondió que la Casa Blanca parte de una ‘acusación infundada’, acerca de la supuesta presencia de armas químicas en el territorio de Rusia.
‘No hay ni puede haber datos reales, porque Rusia destruyó hace mucho tiempo todas las existencias de armas químicas’, reiteró el secretario de prensa de la Presidencia rusa.
Esta semana la UE dio a conocer su lista de sanciones contra Moscú por el encarcelamiento del bloguero opositor Alexei Navalny, sancionado por fraude en la esfera empresarial.
Las sanciones afectan al jefe del Comité de Investigación Alexander Bastrykin, al comandante de la Guardia rusa Viktor Zolotov, y a los jefes del Servicio Penitenciario Federal y de la Fiscalía General Alexander Kalashnikov e Igor Krasnov, respectivamente.
Las medidas incluyen la prohibición de viajes a los países miembros de la UE y la congelación de sus activos en cuentas del bloque comunitario.
A pocas horas, Washington publicó su propia lista negra, en la que repitió nombres marcados ya por la UE, incluyó otros nuevos vinculados a las estructuras de la Fiscalía y del Ministerio de Defensa, y se extendió contra entidades científicas rusas.
Peskov apuntó que estas medidas socavan más las deterioradas relaciones con Occidente y son consideradas por Moscú ‘absurdas, sin ninguna justificación’ y ‘no tienen efecto ni significado’, subrayó.
Sobre la respuesta rusa, el vocero del Kremlin dijo que pronto se dará a conocer. Aseguró que Moscú respetará el principio de reciprocidad, el cual, significó, ‘es imposible rechazar en las relaciones entre los Estados’.
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