En las últimas horas los manifestantes se concentraron en la aldea de Masada, en la zona bajo control de Tel Aviv, para ratificar el apego a la identidad árabe y que ‘no renunciarán a sus tierras.’.
Las declaraciones en los mítines reiteran que continúan enfrentados a un nuevo proyecto colonizador que pretende confiscar 600 hectáreas para instalar 52 turbinas eólicas.
Los participantes insisten en que las autoridades de ocupación israelíes no pasarán y protestarán hasta frustrar dicho plan tal y como lo hicieron en ocasiones anteriores.
Además de la localidad de Masada, las protestas y denuncias son una constante en otras poblaciones de la zona como Buqata y Majdal Sham, ubicadas al sur del Monte Hermon, el de más altura con dos mil 814 metros y a unos 50 kilómetros en línea recta de Damasco.
De los mil 800 kilómetros cuadrados de las Alturas del Golán, desde 1967 Israel ocupa mil 200 y a pesar de las resoluciones de Naciones Unidas números 242 y 497 que califican de ilegal esas acciones.
Según datos oficiales y hasta la fecha, más de 300 mil pobladores originarios fueron desplazados de la región y fueron destruidas 130 aldeas y más de 100 granjas agrícolas
A partir del 2015 las autoridades de ocupación israelíes extraen petróleo en un área de unos 400 kilómetros cuadrados de la zona y en asociación de la compañía Afek Oil and Gas, de Tel Aviv, con la entidad estadounidense Genie.
Asimismo, Israel promueve la explotación del río Jordán en más de 700 millones de metros cúbicos anuales y en detrimento de Siria, Jordania y los territorios de Palestina.
Tales hechos, entre otros y denunciados insistentemente, violan todos los acuerdos de Naciones Unidas y contravienen las leyes internacionales largamente establecidas y nunca respetadas, afirman los analistas.
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