Toda la familia se siente triste de conocer cuán difícil han sido los últimos años para Harry y Meghan, informó el Palacio de Buckingham, en su primera reacción a las declaraciones que hizo la pareja real el domingo pasado a la presentadora norteamericana Oprah Winfrey.
En la entrevista de dos horas de duración que fue retransmitida la víspera en el Reino Unido, Meghan afirmó que previo al nacimiento de su hijo Archie, un miembro de la familia que no identificó mostró preocupación por el color de la piel del futuro bebé, dado que la madre es afronorteamericana.
La esposa de Harry también reveló haber tenido pensamientos suicidas debido a los malos tratos recibidos desde que contrajo matrimonio en 2018 con el hijo del príncipe Carlos y la fallecida princesa Diana.
La joven pareja ya había sorprendido a la monarquía británica el año pasado con su decisión de renunciar a sus cargos reales para trasladarse a vivir, primero a Canadá, y luego a California, donde fijaron residencia.
Pese al distanciamiento y las acusaciones, en las que los jóvenes se cuidaron mucho de excluir a la reina Isabel II y a su esposo, el príncipe Felipe, el comunicado del Palacio de Buckingham asegura este martes que Harry, Meghan y Archie siguen siendo miembros muy queridos de la familia.
La entrevista, tachada de ‘explosiva’ por la prensa británica, desplazó a la pandemia de Covid-19 de los titulares de las noticias, dividió a la opinión pública local, e incluso provocó la renuncia del controvertido presentador del programa Good Morning Britain, Piers Morgan, quien acusó publicamente a la pareja de traicionar a la familia real.
En sentido general, el 47 por ciento de las personas encuestadas en las últimas horas por la firma YouGov calificó de inapropiadas las declaraciones de Meghan y Enrique, mientras que un 21 dijo apoyarlas, y un 31 por ciento rehusó pronunciarse.
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