La exmandataria Jeanine Áñez dejó en números rojos el complejo petroquímico de la localidad de Bulo Bulo, departamento de Cochabamba, inoperable desde el 7 de noviembre de 2019, precisó un informe de la cartera.
Durante el mes de febrero de 2020 se intentó poner la fábrica en funcionamiento, sin embargo, la maniobra ocasionó daños a los equipos del complejo, por lo cual se inició un proceso contra los responsables, señaló el documento.
Adicionalmente, en el año provisional de Áñez solo se ejecutó el 25 por ciento del plan de mantenimiento, 16 de procesos de contratación y 23 por ciento de ejecución financiera, agregó el informe oficial.
El cese de actividades de la planta ha sido muy perjudicial porque los productores no pudieron abastecerse del fertilizante nacional teniendo que importarlo a precios mayores, declaró a la prensa el gerente general de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Jaime Hernández.
En el primer proyecto petroquímico de Bolivia, inaugurado en 2017, la estatal petrolera YPFB invirtió 960 millones de dólares para conseguir una producción diaria de mil 600 toneladas de urea.
La empresa pretende retomar las labores a fines de abril y diversificar su oferta de fertilizantes con la elaboración de urea pecuaria, una fuente de proteína que a escala global se utiliza en la alimentación del ganado vacuno.
La petrolera prevé este año contar con ese producto diferenciado para cubrir la demanda interna y los mercados de exportación, entre los cuales destacó a Brasil, Argentina, Paraguay, Uruguay y Perú.
Las exportaciones de urea boliviana acumularon 142 millones de dólares entre 2018 y 2019, según datos del Instituto Nacional de Estadística. La urea es el fertilizante nitrogenado más reconocido y de mayor importancia a nivel internacional para la agricultura, mientras cuenta con usos adicionales en el sector industrial, químicos y ambientales.
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