Fuerzas del Ejército, la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), el Consejo Nacional de Áreas Protegidas y líderes comunitarios luchan contra el fuego desde el pasado domingo, pero el viento favoreció su propagación y aún permanece activo.
El coloso está ubicado entre Santiago Atitlán y San Lucas Tolimán, departamento de Sololá, a un costado del famoso lago Atitlán, y es refugio de aves como el quetzal, que podrían perder su reducido hábitat con las llamas.
Este miércoles, el Ejército informó la continuidad de las labores de decenas de brigadistas y voluntarios ante un cambio de la dirección del viento en las últimas horas, lo cual provocó el cruce de las llamas hacia algunas brechas preventivas e hizo que el fuego se extendira hacia la cara sur del cono.
Para lanzar agua, utilizarán un helicóptero militar y dos avionetas fumigadoras, mientras personal en tierra continúa con otro tipo de labores para evitar la propagación de las llamas, de acuerdo con el parte.
La Conred, entretanto, precisó que la víspera 275 personas participaron en los planes de control del incendio, además de un helicóptero de la Fuerza Aérea Guatemalteca que apoyó con mil galones de agua.
El incendio afecta al área protegida Reserva de Usos Múltiples de la Cuenca del Lago de Atitlán y otras privadas, entre ellas, Tarrales, Vesubio, San Jerónimo, Miramar, Santa Teresa, Panamá y Refugio del Quetzal.
Hasta el momento, las instituciones desconocen los daños, aunque coinciden en calificar el desastre como de gran magnitud.
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