El subdirector del departamento de asuntos islámicos en el estado de Selangor (suroeste), Hairol Azmi Khairuddin, confirmó que los sermones estaban dirigidos a la vacunación.
Se han pronunciado dos veces sermones sobre la vacuna; el primero se leyó a la congregación cuando el país recibió su primer lote (el 20 de febrero), declaró.
De acuerdo con el funcionario, la vacilación se debió en parte a dudas sobre la tasa de eficacia de las vacunas, así como a la creencia de algunos musulmanes de que las inyecciones son haram (no permitidas en la religión).
Citado por la publicación Straits Times, Rasdi Zin, miembro del comité en su mezquita local en Selangor, comentó que no estaba en contra de las vacunas, pero dudó.
Estaba confundido. Entonces, tener a alguien como el imán, que es una figura respetada y conocedor de la ley islámica, asesorar al respecto, ayuda a abordar mis preocupaciones y también restaura mi confianza, dijo.
También funcionarios religiosos en el estado de Perak (centro) se han encargado de educar a las masas y combatir la desinformación de los grupos antivacunas.
El domingo pasado, el consejero ejecutivo estatal Mohd Akmal Kamaruddin aseguró que el gobierno de Perak cooperaría con el departamento religioso islámico para pronunciar sermones sobre la importancia de la vacunación.
Igualmente en Perlis, el estado más septentrional del país, han seguido el ejemplo. Esta es una orden del gobernante del estado, Tuanku Syed Sirajuddin Putra Jamalullail, que quiere que se plantee el asunto (en las mezquitas), señaló a Straits Times el funcionario local Mohd Asri Zainul Abidin.
El gobierno de Malasia comenzó los esfuerzos para disipar estas preocupaciones hace meses, cuando el ministro de Asuntos Religiosos, Zulkifli Mohamad Al-Bakri, anunció el 23 de diciembre que la vacuna contra la Covid-19 está permitida para los musulmanes.
Las autoridades religiosas también emitieron una fatwa nacional que dictamina que la vacuna es ‘harus’ (imprescindible) y ‘wajib’ (obligatoria) para aquellas personas designadas por el gobierno.
El país asiático quiere lograr la inmunidad colectiva contra la Covid-19 para febrero de 2022, cuando espera que haya inoculado al 80 por ciento de sus 32 millones de habitantes.
No obstante, los registros de vacunas se han movido a un ritmo más lento de lo esperado, pues hasta el momento solo 3,8 millones de personas se han registrado para la vacunación, apenas el 14 por ciento del objetivo total.
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