Las acciones combativas abarcaron zonas que comparten las provincias Raqa, Hama, Homs y Deir Ezzor, y se efectuaron con apoyo aéreo ruso y con la participación de fuerzas populares, tribales y de los aliados de Siria, difundió el diario Al-Watan.
Dos camionetas equipadas con ametralladoras fueron destruidas y sus tripulantes liquidados en el área de Al-Karha, informó el mayor general Nizar Khuder, comandante de la 17 División de Infantería.
El oficial agregó que se decomisaron fusiles de asalto, municiones y aparatos de telecomunicación, mientras los cazas rusos bombardearon sedes y cuevas en los que se refugiaban los yihadistas.
Las operaciones continuarán hasta la limpieza de todo el desierto de los terroristas y sea eliminada su amenaza contra las posiciones militares y las carreteras, dijo el jefe castrense.
La ofensiva del ejército sirio comenzó tras el aumento de los ataques contra blancos civiles y militares en los últimos meses.
El gobierno denunció que los atacantes procedían de la ilegal base estadounidense de Tanef, en el este de Siria, a donde Washington trasladó en helicópteros a decenas de extremistas del Daesh para utilizarlos nuevamente contra el Ejército sirio.
Asimismo, hizo públicas las confesiones de terroristas capturados, en las cuales confirmaron que los recientes ataques en el desierto son planificados y facilitados por Estados Unidos, que le ofrece apoyo con armas e información de inteligencia con el fin de prolongar la guerra en esta nación del Levante.
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