Nuestra posición es clara en este tema, la cual responde a la visión sobre cuestiones de soberanía y de seguridad energética europea, subrayó la Cancillería, un día después de que el secretario norteamericano de Estado, Antony Blinken, demandara a las empresas enroladas ‘retirarse inmediatamente’ para evitar sanciones.
En su postura, París señaló que corresponde a Alemania decidir su camino a seguir de cara al Nord Stream 2.
La iniciativa valorada en más de 10 mil millones de euros garantizará el flujo de gas ruso por debajo del mar Báltico hacia Alemania y de allí a otras partes del viejo continente.
Como parte de la cruzada de Washington contra Moscú, Blinken llamó ayer en sus amenazas al gasoducto ‘un mal negocio para Alemania, Ucrania y nuestros aliados y socios de Europa Central y del Este’.
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