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En su cuenta oficial en Twitter, la Cancillería compartió un video donde muestra las relaciones de la emigrada cubana Karla Pérez con personas contrarias al sistema de la isla, y aseguró que ‘pruebas como estas descalifican y deslegitiman’ a los protagonistas del calificado como ‘show’.
De acuerdo con esa fuente, sectores reaccionarios de la industria anticubana de la Florida, Estados Unidos, utilizan a la joven para calumniar a Cuba.
Explica que en 2017 Pérez fue acogida y alojada en Costa Rica por Yamileth Angulo, directora de El Mundo CR., diario digital con gran cantidad de artículos contra el territorio insular.
Dicha publicación sirve también de plataforma al diputado costarricense Dragos Dolanescu, anticomunista y acérrimo enemigo de los procesos progresistas en América Latina, en países como Cuba, Venezuela y Nicaragua, señaló el material.
Según apuntó, Angulo fue asesora ‘ad honorem’ (sin cobrar salario) de ese representante de la Asamblea Legislativa de la nación centroamericana, quien a su vez mantiene una fuerte relación con el terrorista Orlando Gutiérrez.
Gutiérrez es reconocido como portavoz del Directorio Democrático Cubano y pedía a finales del año pasado la intervención internacional en la isla encabezada por Estados Unidos.
El video reveló otros vínculos de Dolanescu con Johnny de la Cruz, presidente de la brigada mercenaria 2506, que llevó a cabo la invasión de Playa Girón (Bahía de Cochinos), en abril de 1961.
Además, mostró cómo la joven, tras retornar a territorio centroamericano, fue recibida nuevamente por Angulo.
‘Estos son quienes acogen y apoyan a Karla Pérez en Costa Rica desde 2017, y lo continúan haciendo hoy’, remarcó.
La víspera, la directora de Comunicación e Imagen de la Cancillería, Yaira Jiménez, habló en conferencia de prensa sobre los cinco ciudadanos cubanos que acudieron este jueves a la sede de ese organismo, donde protagonizaron un ‘show’ para las redes sociales y medios financiados por agencias estadounidenses.
El propósito aparente, dijo la funcionaria, era interesarse por la situación de Pérez, sin embargo, inmediatamente prevaleció la intención de manipular el caso, en sintonía con lo establecido en los manuales sobre golpes blandos.
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