Diseñado por astrónomos de todo el mundo, este registro combina imágenes de alta calidad con mecanismos de inteligencia artificial y clasifica las galaxias en dos tipos: espirales, que tienen un disco giratorio donde nacen nuevas estrellas, y elípticas, las más masivas del Universo, compuestas de estrellas antiguas cuyos movimientos son aleatorios.
Para completarlo, los investigadores utilizaron datos de la Exploración de Energía Oscura, que registró cientos de millones de galaxias distantes durante seis años.
Además de un algoritmo de aprendizaje automático con cerca de un 97 por ciento de precisión para clasificarlas en dos tipos de morfologías, incluso las más débiles y lejanas.
También emplearon redes neuronales convolucionales, un método de algoritmo de aprendizaje automático que puede recibir imágenes y asignarles una etiqueta a distintos aspectos de ellas y diferenciarlas entre sí.
Cada uno de esos pasos permitió elaborar el mayor catálogo morfológico de galaxias publicado hasta la fecha, algunas a una distancia de hasta ocho giga-años (Ga), es decir, ocho mil millones de años, destacaron los expertos.
‘Este inventario permite tener una visión aproximada de cómo eran esas agrupaciones del Universo cuando éste tenía la mitad de su edad actual, estudiar los cambios y observar las modificaciones estructurales en sus caminos evolutivos’, señalaron.
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