Adelantaremos cinco objetos cósmicos, que representan una ola inicial de fotografías y espectros a todo color recopiladas por el observatorio, y el comienzo oficial de las operaciones científicas generales de Webb, explicó la entidad.
Se trata -detalló- de una Nebulosa Carina (de las más grandes y brillantes del cielo), WASP-96b (un planeta gigante fuera del sistema solar), así como Nebulosa del Anillo Sur (una nube de gas en expansión que rodea una estrella moribunda).
La estadounidense Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) divulgará además Quinteto de Stephan (el primer grupo compacto de galaxias jamás descubierto a unos 290 millones de años luz de distancia) y SMACS 0723 (cúmulos de galaxias masivos en primer plano).
Un comité internacional de representantes de la NASA, la Agencia Espacial Europea, la Agencia Canadiense del Espacio y el Instituto de Ciencias del Telescopio Espacial seleccionó todas estas imágenes, precisó en un comunicado.
Mientras el Telescopio Espacial James Webb se prepara para difundir tales objetos, los ingenieros están atentos a una amenaza futura pequeña, pero potencialmente impactante: los micrometeoroides.
Aunque los participantes de la misión esperaban que algo así por estos diminutos fragmentos de polvo espacial durante su vida útil prevista de 20 años, un suceso relativamente grande en mayo llevó a una reevaluación.
Por ahora el rendimiento del telescopio no se ve afectado, pero resulta crucial comprender el riesgo de impacto futuro para una inversión de 11 mil millones de dólares que esperamos transforme la astronomía, calificaron.
“El tiempo dirá si ese último golpe fue solo una especie de anomalía”, comentó Mike Menzel, ingeniero principal de sistemas de Webb en el Goddard Space Flight Center en Greenbelt, Maryland, en una rueda de prensa el pasado 29 de junio.
Desde su ubicación en el espacio profundo, Webb observa el cosmos utilizando un espejo primario de 6,5 metros de ancho, el más grande y potente de la historia.
Lanzado el 24 de diciembre de 2021, el instrumento óptico soportó años de retrasos, incluida una combinación de factores provocados por la pandemia de la Covid-19 y desafíos técnicos.
Su tamaño creó un problema único, no cabía dentro de un cohete, motivo por el cual la NASA diseñó piezas móviles que se podían plegar al estilo de un origami y cabían dentro de un espacio de cinco metros para su partida.
Las capacidades de Webb -según argumentaron expertos- permitirán responder preguntas sobre este sistema solar e investigar las señales débiles de las primeras galaxias formadas hace 13 mil 500 millones de años.
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