Según estadísticas oficiales, hasta este lunes, aproximadamente 15 mil personas dejaron sus propiedades en el norte de Nueva Gales del Sur, mientras que en Sydney (sureste), alrededor de tres mil personas abandonaron sus hogares cerca de los ríos Nepean y Hawkesbury.
De acuerdo con los pronósticos, se espera que continúen las fuertes lluvias en gran parte del estado de Nueva Gales del Sur, donde 38 regiones fueron designadas como áreas de desastres naturales.
La premier estatal, Gladys Berejiklian, advirtió que se esperaban más evacuaciones a medida que continuaban las fuertes lluvias sostenidas.
Algunas comunidades que fueron golpeadas por los incendios forestales ahora están siendo golpeadas por las inundaciones y una profunda sequía, dijo Berejiklian.
La funcionaria comentó que nunca en la historia de la región hubo condiciones climáticas extremas en tan poco tiempo, y en medio de una pandemia.
Algunas áreas en la costa norte de Nueva Gales del Sur han recibido más de un metro de lluvia desde el viernes, y un centro de datos al norte de Sydney registró 249 milímetros en solo 24 horas el domingo.
El Gerente Nacional de Servicios de Inundaciones en la Oficina de Meteorología, Justin Robinson, describió la situación como la peor que había visto en 20 años como pronosticador de inundaciones.
Para paliar los efectos del suceso natural, el gobierno puso a disposición de los afectados asistencia financiera inmediata de mil dólares australianos (772 dólares estadounidenses) para adultos y 400 (309) para niños.
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