El ejército acusó a los manifestantes de incendios provocados, y los responsabilizó por las muertes de 164 de ellos, según sus cálculos, además de nueve miembros de las fuerzas de seguridad.
Lo sentimos. También son nuestros ciudadanos, dijo el vocero este martes en una conferencia de prensa en esta capital.
El funcionario agregó que las huelgas y los hospitales que no estaban en pleno funcionamiento habían causado muertes, incluso por la Covid-19, calificándolos de ‘deshonestos y poco éticos’.
Zaw también acusó a los medios de ‘noticias falsas’ y de avivar los disturbios, y dijo que los periodistas podrían ser procesados si estaban en contacto con los restos del gobierno previo, declarado ilegal.
Sin embargo, el grupo activista de la Asociación de Asistencia a Presos Políticos asegura que al menos 261 personas han muerto en la dura represión de las fuerzas de seguridad.
La víspera, tres personas murieron en la ciudad de Mandalay (centro), incluido un adolescente, dijeron testigos.
Los golpistas justifican su actitud diciendo que las elecciones del 8 de noviembre, ganadas por la Liga Nacional para la Democracia, fueron fraudulentas, una acusación que la comisión electoral rechazó.
La junta prometió una nueva elección, pero hasta el momento no ha fijado una fecha, mientras mantiene el estado de emergencia.
mem/lp