Cabrera, oriundo de esta capital, fue exaltado como baloncestista al Salón de la Fama nacional en 1998, destacándose cono jugador para los clubes de San Lázaro, Naco y Los Mina y por, supuesto, dentro de la selección del país.
Aún los dominicanos recuerdan sus notables actuaciones en los torneos Centro Básquet de 1975 y 1977 y sus actuaciones en Brasil, Argentina, Venezuela y España.
Tras su carrera universitaria tuvo varias ofertas para ingresar a la NBA, de Estados Unidos, aunque nunca logro materializarse.
Según la Federación Dominicana de Baloncesto, la muerte del destacado atleta ‘representa una pérdida lamentable para el baloncesto y para su familia, no solo como jugador, sino porque en vida fue un gran ser humano, que se ganó el aprecio y el respeto de todos’.
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