Aznar (1996-2004) y Rajoy (2011-2018) fueron llamados a declarar por la Audiencia Nacional, el alto tribunal que procesa a Luis Bárcenas, otrora gerente y tesorero del PP, organización liderada en su momento por ambos políticos conservadores.
Serán interrogados sobre la presunta caja B de su formación, un fondo no declarado que durante dos décadas se alimentó de donaciones de empresarios y sirvió para pagar sobresueldos a dirigentes, además de sufragar las obras de la sede del partido.
La Fiscalía pide cinco años de cárcel para Bárcenas, quien ya cumple una condena de 29 años de prisión por la causa que en 2018 acreditó la existencia de la contabilidad irregular de los ‘populares’.
Esa sentencia motivó de inmediato una moción de censura parlamentaria, que en junio de 2018 desalojó del poder a Rajoy y al PP e impulsó la llegada al gubernamental Palacio de la Moncloa del socialdemócrata Pedro Sánchez.
El político defenestrado negó siempre cualquier conocimiento de la caja B de su formación, lo que incluso afirmó ante un juez en 2017, cuando se convirtió en el primer jefe del Gobierno español en ejercicio en declarar en una causa judicial.
Ese juicio, por el que Bárcenas recibió la condena de 29 años, fue la pieza principal de la financiación ilegal del PP, mediante una trama corrupta conocida como la Gürtel, en la cual empresarios de la construcción pagaban a los conservadores a cambio de contratos de obra pública.
En una carta remitida a la Fiscalía antes del juicio, el extesorero se comprometió a colaborar con la justicia y aseguró que Rajoy y otros dirigentes de la organización percibieron sobresueldos.
También afirmó que el expresidente tenía conocimiento de la existencia de esa contabilidad opaca y destruyó las pruebas.
En mayo de 2018, la Audiencia Nacional acreditó que esa contabilidad irregular existió durante dos décadas, y condenó a la agrupación conservadora como ‘partícipe a título lucrativo’.
mem/edu