El ministro del Interior, Fred Matiang’i entregó al Acnur ‘un ultimátum de 14 días para tener una hoja de ruta sobre el cierre definitivo de los campos de refugiados de Dadaab y Kakuma’, en el este y norte keniano, respectivamente.
Matiang’i precisó que ‘no hay lugar para más negociaciones’, según difundió el diario local Daily Nation.
Un aviso previo de la decisión oficial se le hizo llegar el martes a la representante del Acnur en este país, Fathiaa Abdalla.
Con anterioridad ese asunto se abordó varias veces entre la ONU y Nairobi, y siempre se resolvió posponer la clausura de los dos campos, principalmente el de Dadaab, considerado el mayor del mundo y donde se encuentra gran cantidad de migrantes procedentes de Somalia.
Para cerrar esas áreas, el Gobierno argumenta las amenazas para la seguridad nacional que suponen algunos refugiados y los ataques cometidos por individuos vinculados con el grupo armado Al Shabab ubicados en esos lugares, cuya población en conjunto es de más de medio millón de desplazados.
‘Debemos encontrar un equilibrio entre las obligaciones internacionales de Kenya y sus deberes nacionales. Tenemos una responsabilidad doméstica de proteger a los kenianos’, indicó Matiang’i, citó el Daily Nation.
El Acnur respondió hoy a las autoridades kenianas con un mensaje en el cual afirma que el cierre ‘tendría un impacto en la protección de los refugiados en Kenya, incluso en el contexto de la pandemia de la Covid-19 en curso’.
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